sábado, 4 de agosto de 2007

Que diran?

CUENTO:
Había una vez un anciano y un niño que viajaban con un burro de pueblo en pueblo.

Llegaron a una aldea caminando los dos junto al asno y al pasar por ella la gente les dijo: “Miren que par de tontos. Tienen un burro y en vez de montarlo, caminan a su lado. Por lo menos, el viejo podría subirse al burro”.

El anciano se subió al burro, y continuaron la marcha. Llegaron a otro pueblo y al pasar por el mismo la gente les dijo: “Que desfachatez. El viejo sentado en el burro y el pobre niño caminando”.

Ante estos comentarios, el anciano se bajó del burro para que lo pudiera montar el niño. Siguieron camino hasta llegar a otra aldea, donde la gente nuevamente les dijo: “Que vergüenza. El niño sentado en el burro y el débil anciano caminando”.

El anciano y el niño decidieron montar ambos el burro, en base a estos comentarios. Continuaron camino y al cruzarse a un grupo de campesinos, seguro que ya comenzas a sospechar lo que les dijeron: “Que no tienen corazón?. Van a reventar al pobre animal”.

El anciano y el niño repasaron todas las alternativas que habían probado y todas habían generado problemas. En ese momento la solución quedó al descubierto. Que tontos fuimos, como no nos dimos cuenta antes?. Y resolvieron nuevamente la situación.

Podrán imaginarse la sorpresa de la gente cuando vieron llegar al pueblo al niño y al anciano, cargando al burro sobre sus espaldas.

REFLEXIÓN:
A todos nos gusta que los demás no piensen mal ni hablen mal de nosotros. Ese deseo se vuelve peligroso cuando se transforma en una necesidad. La necesidad genera dependencia y nos quita libertad. Y una vida con poca libertad difícilmente nos hará felices.

Lo que nos gusta y no sucede, se puede aceptar. Lo que se necesita y no sucede, en cambio, nos hace indefectiblemente daño. Y como el ser humano evita el sufrimiento, este daño influye en nuestras decisiones y hace que empecemos a ser como los demás nos aprueban que seamos.

Generalmente necesitamos aquellas cosas que son para nosotros muy importantes e indispensables. La pregunta del millón es: ¿Porque a veces le damos tanto peso e importancia a las opiniones de gente que no debiera influir tanto en nuestras vidas?.Repasemos por un momento la historia de una persona común y veamos los mensajes que suele recibir en las diferentes etapas de su vida.

Los padres que no quieren que a sus hijos les pase nada malo, deciden protegerlos de todo peligro. Como ven a los niños muy vulnerables, ingenuos e inexpertos, les suelen pedir que les consulten todo: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Con quien? ¿Cuánto?... El asunto es que todo exceso es perjudicial. Una cosa es protegerlos y otra sobreprotegerlos. Hay amores que matan.

Escuchemos esta conversación de una hija con su madre al momento de vestirse:
Hija: Mamá, que me pongo?
Madre: Puedes ponerte lo que quieras.
H: Que te parece esto mamá?
M: No, no, mi amor. Los colores no combinan. Ponete esta camisa con este pantalón que si combinan.
Una semana después….
Hija: Mamá, que me pongo?
Madre: Ya te he dicho que te pongas lo que quieras… por que me haces la misma pregunta cada vez?

Que buena pregunta… por que se lo preguntará? Un niño que pregunta demasiado que hacer, como, donde, etc… puede en parte sea porque necesita apoyo… pero en parte también puede ser porque ha aprendido (e indirectamente se le ha enseñado) a que la opinión del otro es mejor o mas importante que la suya.

No suficiente con esto, cuando el niño esta en la escuela fuera del “radar” de los padres, los mensajes que recibe el niño son: Hace todo lo que te diga la maestra. Hacele caso. El niño sigue aprendiendo a depender de la opinión de los demás.

Pero hay más…. La religión nos va enseñando de que hay que portarse bien para ir al cielo… sino en el juicio final nos van a mandar al infierno…y que es portarse bien?.... todo lo que nos dicen en la iglesia… y si hay algo de esta lista que no nos hace sentido o con lo cual no estamos de acuerdo?....Nooooo…. no se cuestionan esas cosas…. Lo que dicen en la iglesia esta bien, y si no estamos de acuerdo es porque estamos errados. Nuevamente la opinión del afuera es la que vale. Debo tener mala memoria. Porque de haber leído sobre las vidas de los grandes fundadores de las grandes religiones… todos ellos predicaron un mensaje diferente al de la época, cuestionaron muchas cosas establecidas sin temor a provocar la censura de los demás (hasta el punto que muchos de ellos fueron asesinados por ello). Me fui del tema, volvamos….

Vamos creciendo y recibimos de la sociedad mensajes diversos que nos dicen: usa esta crema, usa esta ropa y nos muestran publicidades donde quienes cumplen con esos mandatos son felices y queridos y los que no… Te desafío a que mires fotos tuyas de hace 10 años. Mira la ropa que llevabas puesta y el peinado. Que opinas?....jajaja….Si te preguntas como pudiste vestirte así… ya sabes la respuesta. Fue lo que absorbiste de los medios publicitarios y como todos, buscaste la aceptación de los demás. Es increíble como nos dejamos manipular en pos de la aceptación del otro, y mientras tanto alguien hace su negocio.

Seguimos creciendo… y a través de la radio y la música en general escuchamos temas con estribillos que nos dicen: vuelve, que sin ti la vida se me va… y me falta el aire si tu no estas…. No soy nada sin ti…y aca llegamos al lavado de cabeza completo sobre la importancia que hay que darle a la opinión del otro…. Lavado completo con shampoo, crema de enjuague y acondicionadorrr….jajaja…

Conclusión, desde que nacemos nos van enseñando y vamos aprendiendo que la opinión de los demás es muuuy importante. Y eso no esta mal si no llegamos al punto de pensar que es aun más importante que nuestra propia opinión. La dependencia en la opinión de los demás que de niños puede ser lógica y natural, pero de adultos….. es contraproducente.

PARAR LA PELOTA:
Parte del proceso de crecimiento es ir enseñando a los niños a confiar en si mismos y darles desafíos en complejidad gradualmente crecientes para que vayan afianzando esta convicción.

Parte del proceso de madurez, es también desaprender lo que no este de acuerdo con nuestras propias convicciones y liberarnos de condicionamientos externos.

Si dependemos del reconocimiento externo nuestro sentido del valor estará sujeto a las críticas o alabanzas de los demás. Esto genera montañas rusas emocionales, donde los estados de ánimo variarán en relación con las circunstancias de cada momento o de acuerdo a las opiniones de las personas que nos rodeen.

Esto genera inestabilidad emocional la cual se traduce en infelicidad. Si quedamos a merced de circunstancias externas, tendremos muy poco control sobre nuestras vidas y sobre nuestra felicidad. Que decidís?

IMPORTANTE:
Las personas que mas son afectadas por la opinión de los demás son aquellas que son muy criticonas. Un primer paso importante en el proceso de quitar importancia a la opinión de los demás es dejar unos mismos de opinar mal de los demás y entrometernos en sus vidas.


FRASES:
Si tu felicidad depende de lo que haga, piense o diga el otro, reflexiona. Estas a tiempo.

La única manera digna de responder a un insulto es hacer caso omiso de el. Si no puedes hacer caso omiso, supéralo. Si no puedes superarlo, ríete de el. Si no puedes reírte de el, quizás lo merezcas.

Hablar mal de los demás, habla mal de uno mismo. Cuando acuses a alguien señalándolo con el dedo, veras que el dedo índice apunta a la otra persona, pero los siguientes 3 dedos te apuntan a ti.

PREGUNTAS:
¿Qué tanto dejas que te afecte la opinión de los demás? ¿La opinión de quienes te afecta? ¿Pensas seguir así?